UN OTOÑO EN EZCARAY


La estación otoñal llega a su fin, por lo menos en lo que respecta al calendario meteorológico, pues los fríos y la nieve ya han comenzado a hacer acto de presencia a lo largo y ancho de nuestros valles y montañas. Como en años anteriores, toca preparar una nueva temporada orientada a desarrollar las tan esperadas actividades invernales, mayoritariamente vinculadas a nuestra mayor especialidad; el senderismo deportivo sobre capa de nieve. Pero antes de nada, me gustaría mostraros un pequeño resumen de lo que la época otoñal es capaz de representar para el pueblo de Ezcaray y su inmediato entorno natural. De cómo la naturaleza y sus criaturas silvestres, en su frenesí cotidiano, ofrecen al viajero visitante un inolvidable y grato recuerdo de su feliz paso por tierras demandesas; aquí, en la pequeña y amigable Comunidad de La Rioja. 


Los placeres de pasear por los alrededores de Ezcaray durante el otoño. Camino de Turza.


Amanece sobre el arroyo de Usaya.


Una decadencia efímera pero esplendorosa. La que supone el etéreo tránsito del otoño, aletargado las altas comarcas del Norte. Un periodo colmado de innumerables matices y sensaciones, que se dejan notar y sentir a través de cada uno de nuestros sentidos. En nuestro pueblo, el otoño se puede ver, oler, tocar, escuchar y también degustar. Una excitante suma de emociones arropada por fulgurantes colores, añejos aromas y nostálgicos sabores que tienden a rememorar aquella lejana infancia vivida en el pueblo. El otoño en Ezcaray se vive con enérgica intensidad desde el momento en que despuntan las primeras lluvias estacionales, calmando la aridez veraniega. Los últimos y soleados días de septiembre dan paso a las brumas y la humedad, a la oscuridad de la tormenta, al reverdecimiento del fresco pasto, a la metamorfosis cromática de bosques enteros y arboledas, a la romántica brama del ciervo, al renacer del mundo de las setas y los hongos, al frescor de las noches otoñales embriagadas por el olor a chimenea,...profundas y placenteras huellas que permanecerán inmutables en nuestra memoria. A continuación, os muestro una colección de imágenes que ilustran perfectamente el paso de un otoño en la comarca natural del Alto Oja riojano. Espero que os gusten. 


IMÁGENES DE UN OTOÑO EN EZCARAY:  PANORAMAS

Alineadas de izquierda a derecha, al fondo, cumbres de Necutia, El Pino o Espelcia y Mochetigutia o Cachipurri. Una tarde de finales de septiembre absorbidas por la niebla que asciende. 


La otra cara de La Demanda. Vertiente sur-oriental, con Tierra de Cameros al fondo a la izquierda y Picos de Urbión a la derecha. En primer término, alineaciones del Alto Najerilla con bancos de brumas matinales.


Atardece sobre Torocuervo. Una fuerte humedad ambiental, tras el paso de una tormenta, favorece la formación de pequeños cúmulos que refractan los cálidos rayos del atardecer. 


La alta montaña se muestra agreste e inexpugnable. Amanece sobre las lomas de Salineros. Primeros días de octubre.


Asomándonos a las entrañas de nuestra montaña. Foto de grupo realizada desde el interior de Cueva Grande, en las demarcaciones de Cilbarrena. La industria minera estuvo muy implantada durante los siglos XVIII y XIX en todo el área de la Sierra de La Demanda. Muestra de ello, son las numerosas minas abandonadas que se reparten por buena parte de los montes del Alto Oja. 



IMÁGENES DE UN OTOÑO EN EZCARAY:  COLORES

El hayedo empieza a mutar. Bosques del barranco de La Hilera, en el Alto Calamantío, una de las zonas más salvajes de la montaña riojana. 


Mostajares y serbales tomando parte de la fiesta del color. Umbrías de Cobelasa y Pico La Ronda, en la cabecera del valle de Usaya.


Más mostajos y serbales. La antesala de los futuros bosques que presumiblemente tapizarán los montes demandeses. A la derecha, puede vislumbrarse la peña y el pequeño collado de Torcecolato, semioculto entre la vegetación de la umbría de Altuzarra.


Bosque mixto con predominio de fresnos, arces y avellanos. Monte y barranco de Olracia, en el valle de Urdanta. 


Senderismo bajo bosques mágicos otoñales. 


Venimos repitiendo que el cerezo silvestre se convertirá en uno de los árboles estrella de nuestro entorno natural. Cada vez es más abundante y a menudo nos deleita con unos colores impresionantes. En otoño, la hoja antes de caer se torna de un color rojo-anaranjado que resulta arrebatador. En primavera, sus multitudinarias flores blancas resaltan con gran vistosidad sobre el resto de la vegetación. Agrupaciones de cerezos en el valle de Ayabarrena, en proceso de recolonización espontánea.


Más cerezos. Esta vez colonizando los fértiles alrededores del pueblo de Valgañón, formando parte de los setos y arboledas que marcan la linde de los prados y fincas particulares.


Qué decir cabe de nuestros fantásticos hayedos otoñales. Un privilegio para la vista observar este leve momento pasajero de colores tan ardientes y espectaculares. Hayedos montanos en el barranco del Ortigal. 


Un verdadero espectáculo para los sentidos a escasos diez minutos de Ezcaray. En el paraje de La Estación, todavía hoy puede contemplarse un pequeño parche de bosque maduro muy naturalizado, con gran abundancia de especies y en un más estable estado de conservación. 


La orquídea espiralada es la única integrante de la familia que posee la capacidad de florecer durante el otoño. Sus florecillas blancas son minúsculas y delicadas y a menudo suelen pasar desapercibidas entre la hierba de los prados. Podéis observar como se disponen en lo alto del tallo, configurando una espiral perfecta.


Últimos coletazos a mediados de noviembre. Paisaje rural típico del valle del Ciloria, entre Zorraquín y Valgañón. Y pensar que esto iba a convertirse en un enorme resort con no se cuantas mil viviendas...por Dios. 



IMÁGENES DE UN OTOÑO EN EZCARAY: FAUNA SILVESTRE

A finales de septiembre y comienzos de octubre, los montes de Ezcaray se convierten en uno de los mejores escenarios de nuestra geografía para observar la berrea o brama del ciervo. Imagen de un macho adulto marcando sus dominios en el bosque.


Las hembras, desprovistas de cuerna, vigilan expectantes las exhibiciones de los heroicos machos. 


Grupo de esta temporada. Viendo y escuchando una potente berrea con las primeras luces de la mañana en las altas cumbres de La Demanda. 


Avistamiento desde puntos distantes haciendo uso de prismáticos y telescopio terrestre. La tranquilidad de los animales durante este periodo sensible de su ciclo anual resulta fundamental.


Batalla entre dos machos defendiendo el área de reproducción. Este año hemos tenido bastante suerte y, aunque desde lejos, se han podido fotografiar y grabar algunos combates territoriales, cosa que es bastante infrecuente en nuestra zona.


Águila ratera o ratonero acechando desde su oteadero de caza. Vista durante una de nuestras salidas en época de berrea.


Época de recolección y almacenaje de alimento para superar las penurias del invierno. Simpático herrerillo cosechando piñones ricos en grasa. 



IMÁGENES DE UN OTOÑO EN EZCARAY: ¡A POR SETAS!

Impresionante superpoblación de Coprinus micaceus pudriendo las raíces de un viejo tocón de haya. Los hongos lignícolas, que viven sobre la madera, segregan unos ácidos muy corrosivos que degradan con gran rapidez elementos resistentes como la celulosa y lignina. De esta manera, la materia orgánica se incorpora con mayor rapidez al ciclo de nutrientes del suelo. 


Salir en busca de setas supone conectar con la naturaleza, sintonizar con el bosque. Bellísimo ejemplar de yesca o espuela de caballo (Fomes fomentarius), descomponiendo la madera de un tronco muerto de haya.


Recolecta de rovellones o níscalos. Algunos años son muy abundantes en las repoblaciones de pinos del Alto Oja. 


Salida didáctica en grupo, colaborando con la Asociación de Amigos de Ezcaray en las XXIV Jornadas Micológicas de Ezcaray. Setal en herradura con numerosos carpóforos de Macrolepiota. 


La oreja de libre (Otidea leporina, del latín: Otis=oído y Lepus=liebre), es un ascomiceto bastante raro en general. Vive sobre el mantillo de acículas de los bosques de abetos de montaña. Una de las recolectas más interesantes de esta temporada. Su recogido hábitat debería presentar protección estricta. 



IMÁGENES DE UN OTOÑO EN EZCARAY: LA VILLA DE EZCARAY


Panorámica de Ezcaray desde el mirador de Santa Bárbara. Finales de septiembre con sus luminosos y cálidos tonos al atardecer. ¡El otoño despierta!


Las aldeas de Ezcaray suponen otro de los grandes atractivos turísticos del valle. El centro restaurado de Zaldierna os trasladará a los primeros tiempos del valle.


Detalle de un portón en madera rústica de roble.


Comercio rústico y auténtico en Ezcaray. Venta de productos artesanos tradicionales.


Imagen con las primeras luces del alba adornando el Santuario de Nuestra Señora de Allende. 


TODO ESTO Y MUCHO MÁS EN COMPAÑÍA DE 
SILVESTRES EZCARAY

TURISMO DE NATURALEZA EN LA SIERRA DE LA DEMANDA RIOJANA

679078471-silvestresezcaray@gmail.com


Etiquetas: